miércoles, 14 de mayo de 2014

Tignes, Alpes franceses; 2ºa parte

                                Entre quebrantahuesos, águilas reales 
                                                                 y
                                    gorriones alpinos

El segundo día amaneció espléndido. El sol brillaba y las chovas graznaban y volaban alegres. Entre ellas había dos siluetas más grandes y atípicas: ¡Una pareja de cuervos! Ese día tuvimos el primer contacto con un mamífero: la marmota. Tuvimos otro avistamiento muy especial: estábamos en un telesilla cuando vimos a una rapaz enfilar hacía nosotros; era muy clarita y empezamos a hacer especulaciones acerca de lo que podría ser. ¿Un buitre despistado?, ¿un alimoche?, ¿un ratonero?, en los Alpes no hay quebrantahuesos, ¿o sí? Cuando se acercó pudimos observar con total estupefacción que se trataba de un magnífico ejemplar adulto de águila real a escasos metros de nosotros. A la tarde pudimos verla desde el balcón del apartamento, con otro congénere, un poco más lejana. Pensamos que estas aves venían probablemente del cercano parque de La Vanoise.

Cuervo (corvus corax)

Cuervo (corvus corax)

Esa mañana me desperté con una pareja de cuervos merodeando por allí. El día anterior las había visto, pero me habían pillado sin el equipo preparado.

Águila real (aquila chrysaetos)

Águila real (aquila chrysaetos)

Águila real (aquila chrysaetos)

¡Dos águilas reales desde el balcón del apartamento! Simplemente increíble e insuperable, o al menos eso era lo que creía hasta que otra silueta similar aparece en escena.

Águila real (aquila chrysaetos)

 ¡Otra águila real! Eso ya es la repera, tres águilas reales compartiendo el cielo, siento ganas de llorar de la alegría. Disfrutamos de su observación hasta que los tres ejemplares se escondieron detrás de una loma. En los días siguientes volvimos a verlos, pero nunca a los tres juntos y a más distancia.
Y por fin llegó el gran día. Íbamos a llevar la cámara a esquiar. Ese día también amaneció soleado y antes de ir a esquiar saqué a esta simpática y confiada chova en el balcón.

Chova piquigualda (phyrrycorax garrulus)

Chova piquigualda (phyrrycorax garrulus)

Mi intención de la mañana era poder sacar a las marmotas y a los gorriones alpinos, además de poder sacar alguno de los saltos del snowpark, y volví a casa (en este caso al apartamento) con todos los objetivos cumplidos y con una sonrisa de oreja a oreja, por una sorpresa inesperada.

Marmota (marmota marmota)

Marmota (marmota marmota)

En la primera bajada ya vimos a un grupo de gente mirando hacía unas rocas y pronto encontramos al causante de tal algarabía: esta marmota que nos miraba como si quisiera preguntarnos que hacíamos unos tipos tan extraños en su reino de la montaña. Primer objetivo cumplido.
Sin embargo, pronto mi atención se distrajo hacia unos pajarillos que revoloteaban por allí. Empecé a seguirlos (tarea algo complicada con las pesadas botas de esquí) y a tirarles fotos, y ¡bingo! segundo objetivo logrado, la foto de gorrión alpino.

Gorrión alpino (montifringilla nivalis) 

Gorrión alpino (montifringilla nivalis) 

Gorrión alpino (montifringilla nivalis) 

Gorrión alpino (montifringilla nivalis) 

Dos aves se mostraban bastante confiadas, pero mi falta de experiencia en esto de fotografiar aves con la nieve hizo que la mayoría salieran  movidas, quemadas o no bien definidas, y solo pude salvar estas cuatro, que son mejorables.
Bueno, con estos objetivos cumplidos nos encaminamos al snowpark, donde teníamos intención de sacar fotos de algunos saltos bastante majos (unos 10 metros de logitud). Pasando por el pueblo vimos como las chovas se alborotaban y algo más "tocho"  que se movía entre ellos. Inmediatamente pensé en el águila y le pedí la cámara a mi padre, pero cual fue mi sorpresa al mirar por el visor y toparme con un magnífico QUEBRANTAHUESOS, uno de los últimos ejemplares que a duras penas logran sobrevivir en estas montañas, y se niega obstinadamente a pasar a la historia, por fortuna. Luego investigamos y descubrimos que en el parque nacional de La Vanoise crían tres parejas de las dieciséis que hay en todos los Alpes. El pájaro en cuestión dió un par de pasadas y tras decidir que no soportaba a las chovas enfiló hacia el horizonte y se perdió detrás de una loma.

Quebrantahuesos (gypaetus barbatus)

Quebrantahuesos (gypaetus barbatus)

Quebrantahuesos (gypaetus barbatus)

Quebrantahuesos (gypaetus barbatus)

Quebrantahuesos (gypaetus barbatus)

Quebrantahuesos (gypaetus barbatus)

Quebrantahuesos (gypaetus barbatus)

Quebrantahuesos (gypaetus barbatus)

La absoluta e indiscutible estrella del viaje ha sido este quebrantahuesos subadulto. Al quebrantahuesos solo lo había visto otra vez , un lejano adulto en Erronkari, y eso que visito con relativa asiduidad el valle de Erronkari y Belagua.
Bueno, con todas las tareas hechas y con sorpresa incluida pudimos dirigirnos al snowpark con tranquilidad, donde mi padre me sacó unas cuantas fotos entre las que me gustan estas tres que os muestro.

Saltando

Saltando

Saltando


Un saludo

1 comentario: