lunes, 13 de septiembre de 2021

Quebrantahuesos. Ugatza Nafarroan

 El Quebrantahuesos es una de las especies por excelencia del Pirineo y en Navarra es posible encontrarlo desde las foces prepirenaicas hasta Belagua. A pesar de llevar toda mi vida yendo a Isaba, de donde viene parte de mi familia, ver una de estas aves en Navarra era una de las asignaturas pendientes. Ya la había visto antes en otros sitios del Pirineo e incluso en los Alpes, donde es más rara de ver, pero se me resistía verlo en casa. Para este verano me propuse cambiar esto, y estuve a punto de conseguirlo en Julio, cuando vi un ejemplar mientras subía a la Mesa de los Tres Reyes. Sin embargo, luego comprobé que la observación, por pocos metros, había sido en Aragón. Volví a encontrarme con la especie en Panticosa subiendo los Infiernos, por lo que parecía que este año estaba teniendo bastante suerte con ellos. Finalmente, el pasado 15 de Agosto, pude ver, después de muchos años, mi primer Quebrantahuesos en Navarra. Salíamos del collado de Ernaitz en dirección al Auñamendi muy temprano, y cuando nos encontrábamos en la parte navarra del Arlas un magnífico ejemplar adulto apareció sobrevolando la ladera a escasos metros de nosotros. Disfrutamos de su observación durante un par de minutos hasta que se elevó y se marchó. Un rato más tarde nos encontramos con otro ejemplar que, tras comprobar las fotos, resultó ser el mismo que a primera hora. 

Quebrantahuesos (Gypaetus barbatus)


Quebrantahuesos (Gypaetus barbatus)


Quebrantahuesos (Gypaetus barbatus)


Quebrantahuesos (Gypaetus barbatus)


La jornada no quedó aquí, ya que conseguimos observar otra especie característica de la alta montaña que también se nos resistía en Larra, el Treparriscos. Vimos un ejemplar alimentándose durante un buen rato muy cerca de nosotros en el canal hacia el Soumcouy, pero la cámara había decidido dejar de funcionar un rato antes así que no lo pude fotografiar. Además, en la parte final de la subida pudimos ver tres Sarrios. Finalmente, en la carretera de Belagua a la altura del refugio, nos encontramos con una carroñada de alrededor de 100 buitres que pusieron el broche a una mañana muy completa. La Perdiz Nival se nos sigue resistiendo, pero algún día caerá.




Un saludo


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